Los virus pueden viajar por el agua, y de esta forma son capaces de producir enfermedades transmitidas por ella. Estas enfermedades se deben normalmente a la contaminación fecal-oral asociada al agua, por lo tanto también infectan a los organismos que viven en ellos y a los alimentos que se desarrollan gracias a ese agua.
Vamos a hablar de tres de las enfermedades más comunes de transmisión por agua; hepatitis vírica (VHA Y VHE) y poliomielitis.
La hepatitis vírica VHA se caracteriza por la infección del epitelio intestinal, pasando después a la sangre, que la transporta al hígado y finalmente sale por heces, que serán infecciosas. Suele provocar fiebre, náuseas, diarrea e icteria.
La hepatitis vírica VHE, por otra parte es una infección que suele ser benigna, pero se complica mucho en el caso de infección de mujeres embarazadas, ya que provoca insufuciencia hepática.
Por último la poliomielitis que es causada por un virus muy estable que es capaz de pasar grandes períodos de tiempo en el agua. Este se multiplica en la mucosa de la garfanta e intestino delgado, y a partir de ahí es capaz de infectar el sistema nervioso central provocando paralisis muscular por muerte de neuronas motoras, que podría provocar la muerte por fallo respiratorio.
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